domingo, 7 de septiembre de 2025

EIGER-BADILE-GOLORITZÉ. EXPEDICIÓN ALPES/CERDEÑA 2025...

          A pesar de que actualmente el cambio climático exige adaptar la planificación de las actividades de montaña en Alpes, llevándolas a periodos más fríos donde la estabilidad del terreno de juego es mayor, minimizando los riesgos de desprendimientos o avalanchas, las vacaciones de verano siguen siendo el momento idóneo para poder plantearse retos lejanos desde una ciudad tan al sur de Europa como es Teruel. Y así lo hizo el escalador turolense Javier Magallón, que este pasado mes de agosto se desplazaba hasta la localidad suiza de Grindelwald y ascendía el majestuoso y exigente Eiger junto a su compañero Carlos Gallego. Ambos escaladores hacían un particular homenaje a los aragoneses Rabadá y Navarro, fallecidos en la pared norte de la exigente montaña "el Ogro de los Alpes" justo 62 años antes, concretamente en 1963. La aventura comenzaba en cordada de tres, participando también el caspolino Miguel Candalija, pero un problema con el material obligó a su evacuación desde el hielo de la arista cimera, apenas a 300-400 metros del punto somital a 3970 m. Magallón y Gallego harían cumbre poco después, sobre las 11 de la mañana, iniciando a continuación un larguísimo descenso por la arista sur hasta la travesía glaciar bajo el imponente Monch, llegando finalmente, tras 14 h de actividad, a la estación de la Jungfraujoch, conocida también como "Top of Europe" por ser la más alta de Europa, situada en plenos Alpes Berneses, y a la que llegan trenes cremallera a través de un sistema de túneles de más de 7 km excavados en las entrañas del propio Eiger. Una macro-obra de ingeniería que requirió décadas de trabajo, concluída a principios de siglo XX con el fin de permitir a las personas disfrutar de las cumbres alpinas sin tener que escalar.

Con Carlos Gallego en la cumbre 
                                Cima del Eiger, con la imagen característica del Monch al fondo

    Travesía glaciar. Superando una gran grieta                  Grindelwald. Norte del Eiger de fondo

          La aventura de Magallón no terminaba ni mucho menos con el Eiger sino que pocos días después, el de Teruel culminaba la ascensión por la arista a otro de los grandes de los Alpes, el Piz Badile, la montaña más representativa del grupo de la Bondasca, cuya forma trapezoidal la hace inconfundible. Una mole de granito cuya cara norte Gaston Rébuffat ya destacaba como una de las seis grandes de los Alpes.

El majestuoso Piz Badile
En la pirámide de cima del Badile

          Y de la montaña al mar. Javier finalizaba su expedición en la isla italiana de Cerdeña, escalando una de las agujas más famosas del mundo, la punta Caroddi, vigilante sobre la que este año es considerada como "la mejor playa del mundo 2025" según The World´s 50 Best Beaches, la cala Goloritzé. Se trata de un monolito muy vertical de algo menos de 200 m  y grado técnico 6c, que se lleva  a cabo en cinco largos de cuerda, discurriendo el itinerario por caliza excelente (algo menos en los primeros metros, que se presentan resbaladizos por el paso de las cordadas durante años). La Aguglia di Goloritzé es objetivo icónico de escaladores de todo el mundo, que visitan la isla en busca de la joya del Golfo de Orosei. No en vano fue escalada recientemente por el archiconocido Alex Honnold (famoso por su ascensión a El Capitan en Solo Integral, y su película Free Solo, ganadora de un Óscar) junto a su mujer Sanni McCandless, o por el alemán Alexander Huber en solitario.

Goloritzé y su imponente aguja dominando el golfo de Orosei
Aguglia di Goloritzé. Sobre la minúscula cima

          Septiembre devuelve la normalidad al escalador turolense ya de regreso a la capital. Que con la frase "Sic transit gloria mundi" nos recuerda la naturaleza pasajera de las cosas mundanas.

Diario de Teruel. 12-09-25


"SIC TRANSIT GLORIA MUNDI"



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