Descripción: Concluído el rápel inicial, comenzamos la cresta de la Reina desde la tapia, al principio muy sencilla. Un nuevo rápel nos deja a los pies de las tres puntas principales, las cuales emergen de una especia de zócalo común. Lo salvamos con una trepada de IV donde abundan los agujeros. Pasillo y llegamos a un punto común que permite el acceso a las agujas. Para escalar la más alta seguimos en oblicuo lo más débil de la pared hasta la chimenea, y por allí a la cumbre. Reunión a base de cinta plana con maillón para rapelar (15 m). Desde la chimenea también es posible subirse a la vecina. En su cumbre encontraremos un seguro fijo con anilla por si uno se quiere bajar desde allí. Mucho patio al sur.
A continuación nos dirigimos caminando pegados a la tapia curva hasta el gran arco natural rojizo que forma parte de los llamados Ojos del Pitarque. Corta trepada diagonal por la cara sur hasta la base del espolón. Desde ahí podemos hacer un recorrido de ida y vuelta hasta el final del paso estrecho (sobre el segundo arco natural) que aunque no difícil es muy expuesto y hay que andar con mucho ojo para no romper nada. Una vez concluida la travesía horizontal comenzamos la escalada por la arista buscando la mejor roca. En el primer largo del espolón (35 m) encontraremos tres bolts en los pasos clave, coincidentes con las panzas, además de un cintajo a una pequeña sabina en la segunda, la más técnica, que ronda un grado de 6b+ (acerable si se va justo). La tercera tripa se sortea por su izquierda (parabolt guía) a través de un pequeño diedro oculto. Reunión a base de doble parabolt en una cómoda repisa-mirador. La siguiente tirada (segunda del espolón) sale a la derecha de una sabina buscando un paso bajo el pequeño techo, en unos 12-15 m estamos arriba. R final mediante cintajo a una sabina alta que puede reforzarse con una segunda en el suelo mucho mayor y más robusta.
Caminamos ahora con cuidado por la cornisa hasta llegar al último objetivo, el Balcón. Queremos subirnos sobre el pináculo que remata el macro-espolón que llega desde el río. Para ello debemos rapelar (reunión de fortuna mediante cintajo a sabina) una primera parte escalonada de unos 8-10 m con un tripa final que nos deja en el paso horizontal hasta la pequeña punta (15 m). Llegar a su cima es fácil, son 5 m, pero mejor hacerlo asegurados con cuerda, el patio es importante y cualquier descuido (un resbalón, algún pequeño desprendimiento, etc...) podría ser fatal. Para volver habrá que superar el duro paso de bloque de la parte escalonada, los dos bolts ayudarán si te supera el grado
THE SILENT ROUTE. 1130 m/7a (A0) -un paso-/MD+
LOS OJOS DEL PITARQUE. 140 m/6b+ (A0)/MD+
Aproximación y retorno: Obligatorio 4x4 con reductora. Nos situamos en la ermita de la Magdalena de la Cañada de Benatanduz (saliendonos de la A-1702, la Silent Route). Tomamos la pista hacia la cresta del mirador de Peñarrubia. A 50 m seguir recto para comenzar en pocos metros un ascenso oblicuo hacia el alto. A 1650 m ir a la derecha en la bifurcación (dirección Pitarque), y a otros 700 m seguir recto. Continuamos otros 3600 m hasta el cruce con la mirador de Pañarrubia, seguimos a la izquierda (si vamos a la derecha en 300-400 m estaremos en el mirador -mesa de interpretación-). En otro kilómetro dejamos a la izquierda una antigua cantera y desde ahí en 400 m vamos a la derecha (poste eléctrico). 300 m más y a la izquierda en el cruce (si vamos a la derecha en 100 m llegamos a un fondo de saco, el aparcamiento para llegar a las escaleras de madera, descendiendo a continuación por la ladera en busca del inicio de la catenaria del gigantesco tendido eléctrico). Desde el último cruce enseguida se pierde el camino, no que nos obliga a aparcar en unos 200 m, nosotros lo hicimos junto a una losa caliza tipo lapiaz. Ya caminando, buscar el vacío que forma el cañón del Pitarque, enseguida aparecen las tres puntas que forman la Reina, ese el nuestro objetivo.
Para comenzar, un rápel de 35 m desde un gran pino (con reenvío a los 10 m a una sabina) nos deja en el punto exacto, el inicio de la cresta que forma la parte trasera de la Reina. La instalación aparece equipada con cintajo y maillón, también la del reenvío. Si se lleva protector de cuerda para el roce, mejor que mejor.
El retorno consiste simplemente en caminar hasta el vehículo más o menos por donde trazamos por la mañana la aproximación. 30 minutos.
Javier y Luis en la penúltima R de los Ojos del Pitarque
Nota importante: La necesidad de tener que introducirnos en la enorme olla donde se inicia la escalada, sumado al complicado acceso rorado y la barrera casi infranqueable del río Pitarque, por caudal y baja temperatura, hacen del recorrido una actividad de alto compromiso, mucho más allá de su longitud o el número que fija su grado técnico. Se aconseja prever cuerda fija de escape y/o emisora portátil (no tendrás cobertura de móvil en el fondo del paredón) como recurso ante cualquier imprevisto.
LA VIDA Y EL TIEMPO SON LOS MEJORES MAESTROS...
LA VIDA NOS ENSEÑA A APROVECHAR EL TIEMPO. EL TIEMPO, A VALORAR LA VIDA
No hay comentarios:
Publicar un comentario