La clásica más asequible de cuantas existen en la pared noroeste del Estrecho del Crespol, la que mira hacia Cuevas de Cañart. Enretenida y limpia de polvo y paja. Si buscas seguros fijos solo los encontrarás en la reuniones.
El itinerario sigue un recorrido lógico, buscando lo más fácil de la pared, cuidado con no embarcarse al llegar al jardín superior del primer largo, la tendencia de la vía es a la izquierda, lo demás no tiene pérdida. Aconsejable llevar bastante cintajo para sabinas y arbustos varios. Paso fino a mitad del diedro de L3. Al ser cara norte, los fondos de fisura pueden estar húmedos dependiendo de la época del año.
Aproximación y descenso: Un sendero poco marcado recorre la pared noroeste del Estrecho del Crespol hasta el fondo del valle. Caminar por el durante 5 minutos hasta vislumbrar el objetivo más o menos enfrente, lugar desde donde nos dirigiremos ya directos por el monte hasta el pie de vía. Para no confundirse tomar como referencia desde la lejanía la gran placa de su izquierda, donde aparece también alguna ruta deportiva. El diedro es muy sutil y se encuentra algo a la derecha de la canal entre placas, tomando como referencia la tapia vista de frente.
Para descender, dos posibilidades. La más rápida y deportiva, rapelando desde las reuniones, están todas preparadas con doble parabolt y argolla, de hecho esta vía se utiliza como escape de otras cercanas. La segunda opción es más segura y cómoda ya que se trata simplemente de terminar de crestear y salir caminando hacia el sureste buscando el sendero marcado que nos deja en pocos minutos en el mismo Estrecho.
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